¿Cómo lidiar el duelo durante la navidad?

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¿Cómo podré afrontar esta Navidad sin él o ella? ¿Por qué los recuerdos y las emociones están a flor de piel? ¿Y si no tengo deseos de hacer nada? 

Cuando estamos en duelo, Navidad nos enfrenta a una multiplicidad de desafíos emocionales. Sé que te gustaría dormir todas estas semanas previas y levantarte para cuando todo haya pasado pero eso no es posible ni saludable. Por eso en este artículo queremos brindarte consejos para que puedas afrontar esta fecha tan especial del mejor modo posible. 

Cuando Navidad y Año Nuevo se acercan, los recuerdos de los familiares y seres queridos que ya no están con nosotros florecen. La pérdida reciente de un ser querido afectará notablemente nuestras ganas de celebrar como lo hacíamos cada año por eso es importante tratar de construir una Navidad diferente incorporando actividades y rituales que nos permitan adaptarnos a esta celebración cargada de dolor, tristeza e impotencia. 

Es importante tratar de construir una Navidad diferente incorporando actividades y rituales que nos permitan adaptarnos a esta celebración cargada de dolor, tristeza e impotencia. 

Si bien una actitud recurrente es querer suprimir las Navidades, quedarse en la cama y no despertarse hasta que todo esto haya pasado se trata de un alivio inmediato que tan sólo nos lleva a postergar el duelo, pero no evitarlo.  

Por eso aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo podemos hacer frente al duelo durante las fiestas: 

Planifica la Celebración 

Las reuniones familiares pueden causar ansiedad y temor mientras te encuentras especialmente vulnerable a la presión social que estas fechas implican. Por lo tanto, organizar esta reunión, así como encargarse de todas sus tareas puede resultar profundamente abrumador. Llama o reúnete con aquellos seres queridos con quienes compartirás esta Navidad y exprésales cuáles son tus expectativas respecto a este día. Comparte con ellos tus emociones e inquietudes siendo honesto respecto a cómo te gustaría hacer las cosas este año ¿Deseo poca decoración en la casa? ¿Haré simplemente una reunión con mis familiares más íntimos? ¿Dedicaremos un momento de la noche para honrar la memoria de quien ha partido? Si tu casa solía ser el encuentro de reunión habitual en Navidad, piensa si este año quieres afrontar esta tarea o bien deseas que otro miembro de la familia sea el encargado. No debes sentirte culpable por negarte a asumir la responsabilidad de esta organización. Procura hacer aquello con lo que te sientas cómodo estableciendo expectativas realistas tanto para ti mismo como para los demás. 

Respeta y Expresa tus Emociones

Fechas tan especiales como Navidad son un doloroso recordatorio de esta ausencia física por lo que procura ser paciente con tus emociones. Es usual que experimentes una intensa montaña rusa emocional en este día mientras que los recuerdos de aquellas Navidades en las que estaba tu ser querido vienen insistentemente a tu cabeza. Es que el dolor llega en oleadas… podrás sentirte tranquilo por un rato y repentinamente experimentar una tristeza profunda o un intenso enojo. Sé comprensible y respetuoso de tus emociones. Elimina los “debería” de tu mente para así vivir este día con una menor sensación de incertidumbre y agobio. No te juzgues a ti mismo ni a los demás por cómo reaccionan en este día… Cada persona expresará estos sentimientos de manera diferente. Mientras que algunos experimentarán indiferencia, otros se mostrarán enojados y tristes. Sin embargo, esto no implica que hayan olvidado a la persona fallecida. El duelo es único para cada ser humano al igual que la forma en la que lo manifestamos. Estar acompañado por quienes amamos y nos aman será fundamental durante este momento, así como también mantener con ellos una comunicación abierta en un contexto de respeto y escucha sincera. 

Busca Nuevas Tradiciones

Piensa en actividades que te resulten consoladoras y regocijantes para esta Navidad excluyendo aquellos rituales que aún pueden causarte dolor y tristeza. Nada está escrito en piedra, sólo tú sabes lo que es mejor para esta etapa emocionalmente exigente en tu vida. En este sentido, es aconsejable que hables con tus familiares sobre estas nuevas actividades que deseas realizar, pregúntales cuáles son sus deseos y/o expectativas al respecto y explícales por qué has decidido hacerlo. Habitualmente este día de fiesta suele ser estresante y agotador para cualquier persona… mucho más aún para un doliente que a ello debe añadirle el intenso dolor de la pena, así como el impacto físico y emocional que produce. Por lo tanto, no te sientas obligado a participar en actividades o rituales para los que aún no te sientas preparado… el duelo lleva tiempo y no tienes por qué cargar en ti más preocupaciones o presiones. Muchas familias suelen tomar estas nuevas tradiciones solamente durante la primera Navidad mientras que otras incorporan estas actividades a sus celebraciones de modo permanente. Tú serás quien decida qué es lo mejor para ti. 

Acepta y Solicita Ayuda Práctica

Acepta la ayuda práctica que te brinden tus seres queridos para organizar la celebración como, por ejemplo, ofrecer la casa como lugar de encuentro, cocinar, hacer las compras, armar el árbol de Navidad, etc. Ir de compras este año puede ser especialmente difícil. Los comercios desbordan de una felicidad que sólo hace acrecentar nuestro dolor mientras nuestra cabeza no tiene deseos de pensar en otra cosa más que en la tristeza que produce la ausencia de quien ha partido entonces ¿cómo haré para afrontar esta difícil tarea? Con la ayuda de un amigo o familiar realiza el listado de regalos y pídele que te acompañe a comprar estos obsequios. No tienes por qué hacerlo todo en un solo día… si te sientes cansado o abrumado por tus emociones, no te obligues a continuar con esta tarea. No hay prisas… puedes organizar con tu ser querido para seguir con las compras otro día. Piensa qué regalo te hubiese gustado obsequiarle a tu ser querido fallecido y dónalo a un hospital, a un hogar, una ONG, etc. En caso de que no tengas deseos ni fuerzas para hacer estas compras, no te presiones ni te abrumes con más tareas. Tus seres queridos comprenderán que este año será una celebración emocionalmente exigente para ti por lo que hay cosas para las que aún no te sientes preparado. 

Alivia el Estrés de los Días Previos 

Las semanas previas a Navidad suelen ser más estresantes que el día que se producirá la reunión. No tenemos fuerzas ni deseos de asumir los preparativos de este día… nuestros familiares discuten la preparación de las comidas, preguntan respecto a los regalos de los más pequeños de la casa mientras que nos envían sugerencias para la decoración de la mesa. Es que el mundo sigue girando como siempre mientras que nuestra vida se ha detenido por completo… nuestra mente y cuerpo están totalmente avocados a elaborar el dolor de la ausencia preguntándonos una y otra vez “¿Por qué mi ser querido no puede estar conmigo en estas fiestas?”. Por lo tanto, es posible que tengas algunos síntomas como, por ejemplo, trastornos del sueño y alimentarios, ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, etc. No dudes en encontrar pequeños espacios para que tanto tu mente como tu cuerpo se relajen ¿Qué significa esto? Sal a caminar al parque, reúnete con un amigo para conversar, realiza una clase de yoga, escucha música relajante en una habitación alejada de los ruidos de la calle, etc. Serenar tu mente y darle un respiro a tu cuerpo te permitirá no sólo aliviar la sensación de agobio que te invade sino también renovar las energías para los próximos días que debes afrontar. 

No te Automediques ni Consumas Alcohol y/o Drogas

Sé que puede ser sumamente tentador adormecer tus emociones hasta que todo haya pasado. Sin embargo, no es nada saludable para tu camino de duelo pretender la no existencia de esta tristeza ya que sólo profundiza y prolonga este dolor en el tiempo afectando a tu salud física y emocional. Por supuesto que esto no significa que en esta Navidad que se aproxima no puedas tomar alcohol… la clave está en no considerarlo como un modo de evadir el dolor que esta celebración genera. En cambio, te propongo que reconozcas este dolor y te des permiso para llorar cuando así lo sientas necesario. Por lo otro lado, cuida tu alimentación, así como tu rutina de sueño. Procura una hidratación correcta y una dieta nutritiva y balanceada en la que se eviten la cafeína, la comida chatarra, el alcohol y el tabaco. Incorpora alimentos saludables como, por ejemplo, frutas, verduras, cereales, etc. Si estás preocupado respecto a cómo te has sentido en las últimas semanas, no dudes en hablar con tu médico al respecto.

Tómate Respiros Durante la Reunión

Durante las fiestas de Navidad es posible que te sientas abrumado por los preparativos, así como también por las emociones que afloran durante el encuentro familiar por lo que, cuando el dolor te resulte agobiante, busca un espacio tranquilo de la casa en donde puedas tomarte unos minutos de descanso y disfrutar de efectivas estrategias de relajación. Piensa qué cosas sueles hacer para relajarte cuando los sentimientos te agobian ¿llorar? ¿escuchar música? ¿estar en contacto con la naturaleza? ¿hablar con un ser querido? ¿hacer técnicas de respiración? ¿tomar una infusión? Tómate 10 minutos para expresar lo que sientes y poco a poco aliviar estos pensamientos y emociones que te oprimen el pecho. Inclusive puedes escoger a un ser querido para que pueda acompañarte y escucharte durante esta celebración. De este modo, tendrás un sistema de contención para aquellos momentos del día en los que la angustia te abrume y necesites un cálido abrazo en silencio. 

Fuente: https://manejodelduelo.com/como-afrontar-el-duelo-en-navidad/

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