Las estrías son marcas que aparecen en la piel cuando esta se estira rápidamente, como ocurre durante el crecimiento, el embarazo, los cambios de peso o el desarrollo muscular. Aunque no representan un problema de salud, muchas personas desean evitarlas por razones estéticas.
La buena noticia es que sí es posible prevenir su aparición o reducir su intensidad de manera natural, especialmente si cuidamos nuestra piel desde temprano.
1. Hidrata tu piel todos los días
La hidratación es la mejor defensa contra las estrías. Una piel bien hidratada tiene más elasticidad y se adapta mejor a los cambios de volumen.
Usa cremas o aceites naturales como aceite de almendra, manteca de cacao o aceite de coco.
Aplica con suaves masajes circulares después del baño, cuando la piel está más receptiva.
2. Mantente bien hidratado desde adentro
No solo se trata de lo que aplicas en tu piel: el agua que bebes también influye directamente en su salud y elasticidad.
Trata de consumir al menos 1.5 a 2 litros de agua al día, más si vives en un clima caluroso o haces ejercicio.
3. Cuida tu alimentación
Una dieta rica en vitaminas y antioxidantes fortalece las fibras de colágeno y elastina de la piel, reduciendo el riesgo de estrías.
Incluye en tu alimentación alimentos ricos en:
- Vitamina A (zanahoria, calabaza)
- Vitamina C (cítricos, fresas)
- Vitamina E (aguacate, frutos secos)
- Ácidos grasos omega-3 (pescados azules)
4. Controla los cambios bruscos de peso
Las subidas o bajadas rápidas de peso son uno de los factores más comunes en la aparición de estrías. Mantener un peso estable con hábitos saludables ayuda a que la piel no se estire ni se contraiga repentinamente.
5. Prevención durante el embarazo
Si estás embarazada, comienza a hidratar la piel del abdomen, los senos y las caderas desde los primeros meses. Aplicar cremas hidratantes dos veces al día puede marcar la diferencia.
Conclusión:
No siempre es posible evitar por completo las estrías, pero con buenos hábitos puedes reducir mucho su aparición o su intensidad. La clave está en la prevención: cuidar la piel desde adentro y desde afuera, nutrirla, hidratarla y ser constante en tu rutina.
Aviso importante: La información compartida en este artículo es de carácter informativo y no sustituye la consulta con un profesional de la salud o dermatólogo. Si ya tienes estrías o deseas un tratamiento específico, consulta con un especialista.
