✅ Sábanas:
Una vez por semana.
Las sábanas acumulan sudor, células muertas, polvo y ácaros que pueden empeorar los síntomas alérgicos. Lavarlas con agua caliente (al menos 60 °C) ayuda a eliminar estos agentes.
✅ Fundas de almohadas:
1–2 veces por semana.
Las almohadas están muy cerca del rostro, lo que aumenta el riesgo de reacciones en personas alérgicas. Si usas fundas antiácaros, puedes extenderlo a cada 2 semanas.
✅ Cobijas y colchas:
Cada 2–4 semanas.
Aunque no están en contacto directo con la piel, también atrapan polvo. Si tienes mascotas, deberías lavarlas con más frecuencia.
✅ Almohadas y edredones:
Cada 2–3 meses.
También pueden contener ácaros y polvo, aunque no se ven sucios. Usa fundas protectoras y asegúrate de secarlos completamente después del lavado para evitar humedad.
Tips extra para personas alérgicas:
- Usa ropa de cama hipoalergénica y fundas antiácaros.
- Evita los suavizantes con fragancias fuertes.
- Ventila la habitación a diario.
- Lava la ropa de cama con detergente suave y sécala al sol, si es posible.
Conclusión:
Una buena rutina de limpieza en la cama no solo mejora la higiene, también es una herramienta efectiva para controlar las alergias respiratorias y cutáneas. Dormir en un ambiente limpio es parte esencial del bienestar.