Ir al baño es una de las funciones más naturales del cuerpo, pero muchas personas tienden a posponerla por falta de tiempo, comodidad o costumbre. Ya sea por estar en el trabajo, en la escuela o fuera de casa, “aguantarse” las ganas de orinar o evacuar puede parecer inofensivo, pero en realidad afecta la salud del sistema urinario y digestivo si se vuelve un hábito frecuente.
1. Retener la orina puede causar infecciones
Cuando el cuerpo te avisa que necesita eliminar orina, lo hace porque la vejiga ha alcanzado un nivel de llenado que requiere vaciarse. Si la retienes durante mucho tiempo, las bacterias presentes en el tracto urinario pueden multiplicarse, lo que aumenta el riesgo de infecciones urinarias.
Además, mantener la vejiga constantemente llena puede debilitar los músculos que la controlan y afectar su funcionamiento a largo plazo.
2. Puede afectar los riñones
Aguantar la orina con frecuencia también aumenta la presión dentro de las vías urinarias, lo que puede afectar el paso de la orina hacia los riñones. Con el tiempo, esto puede causar dolor, inflamación o incluso favorecer la aparición de cálculos renales en personas propensas.
3. Retener las heces puede causar estreñimiento
Postergar la evacuación intestinal provoca que las heces permanezcan más tiempo en el intestino grueso, donde el cuerpo sigue absorbiendo agua. El resultado son heces más duras y secas, lo que dificulta la evacuación y puede causar estreñimiento o dolor al defecar.
A largo plazo, esto puede llevar a desarrollar fisuras anales o hemorroides, especialmente si se realiza esfuerzo al evacuar.
4. Puede alterar los reflejos naturales del cuerpo
El cuerpo está diseñado para responder de forma automática ante la necesidad de eliminar desechos. Si se ignoran estas señales repetidamente, se puede desensibilizar el reflejo natural, haciendo que sea más difícil reconocer cuándo realmente se necesita ir al baño.
5. Qué hacer para evitarlo
- Escucha las señales de tu cuerpo y no postergues las idas al baño.
- Establece horarios regulares, especialmente si sueles pasar muchas horas trabajando o estudiando.
- Mantente bien hidratado; el agua ayuda a regular tanto la función urinaria como intestinal.
- Si sientes molestias al orinar o evacuar, consulta a un profesional de la salud.
Aguantarse las ganas de ir al baño puede parecer algo sin importancia, pero hacerlo con frecuencia puede provocar infecciones, estreñimiento y otros problemas de salud. Escuchar a tu cuerpo y responder a tiempo es una forma sencilla de cuidar tus riñones, tu sistema digestivo y tu bienestar en general.
Aviso importante: Este artículo tiene fines informativos y no sustituye la orientación médica profesional. Si presentas dolor, ardor, sangrado o dificultad al orinar o evacuar, acude a tu médico para una valoración adecuada.